Con estas casas marinas jugaremos a adentrarnos en el fondo del mar, podemos montar, desmontar, crear diferentes estructuras y jugar a hacer de arquitectos marinos.
Material de juego libre que da alas a la imaginación, para encajar, desencajar, para apilar arriba y abajo, del derecho y del revés.
Sus diferentes variedades de formas orgánicas e irregulares favorecen la imaginación del niño, fomentan su creatividad, invitan a imaginar figuras, a combinar colores, y a crear estructuras cromáticas. Son ideales para la creación de minimundos.
Los niños con sus pequeñas manos pueden coger las piezas, practicar el movimiento, el equilibrio, la coordinación de los sentidos y experimentar sensaciones como la ilusión de jugar a crear, la joya de lo que se ha construido, practicando la paciencia, y también, porque no, la frustración, algunas veces.
Estructura de madera cortada, pulida y tintada a mano con pinturas a base de agua y no tóxicas, tienen los lados redondeados, son de tacto muy suave y agradable.